Un símbolo del Santa Fe Rugby falleció este sábado, curiosamente un día tradicional para el rugby, en estos tiempos sin rugby. Desde fines de febrero venía peleando con una dolencia, hasta que hoy dejó de sufrir.
Lo recordaremos como un apasionado del rugby. De esos que dejan todo y algo más en cada frase, en cada consejo, en cada enseñanza. Siempre dispuesto a la charla, siempre dispuesto a transmitir valores.
Vamos a extrañar esa charlas, antes o después del partido, donde con sinceridad sabía reconocer aciertos y virtudes, propias o del rival. Se fue un hombre de rugby, está todo dicho.
Abrazo al cielo y a su familia.