Como head coach de Los Pumas jugó dos mundiales, junto al rosarino Daniel Baetti: Australia 2003 y Francia 2007, con la histórica Medalla de Bronce. Marcelo «Tano» Loffreda, es sin dudas una voz autorizada para «adelantar» el mundial que vamos a disfrutar a partir del 8 de septiembre.
«Rugby y Cultura» es el título de la charla que el ex centro del SIC y de Los Pumas brindó en el Ribera Shooping de Santa Fe y fue un buen momento para meternos en la gran fiesta que el rugby vive cada cuatro años: la Rugby World Cup.
«Creo que vamos a ver un rugby de mucha dureza, -es lo primero que señala- con una preponderancia del juego de defensa muy fuerte. Habrá buena obtención pero las defensas van a trabajar para evitar que no se desarrollen los ataques, es decir cuando la posesión de un equipo lo lleve a generar cuatro, cinco o seis fases, creo que prevalecerá la defensa».
Y automáticamente el mismo se pregunta: y como hacemos para quebrar esas defensas.? «Pienso que será importante hacer un trabajo de primera fase, calculando muy bien las carreras y los movimientos, como también utilizar el kick. Entiendo que pueden ser dos innovaciones necesarias y aquellos equipos que cumplan con esas características son los que van a salir mejor posicionados».
Obtención: scrum y line. Cual es la más importante?
«Es más importante una buena pelota de un scrum, porque allí tenés a 16 jugadores concentrados en un par de metros cuadrados y eso es una situación inigualable que no se da en otro momento del juego».
Daría la impresión que estamos ante un Mundial sin un favorito?
«Ha crecido mucho el Hemisferio Norte, está el caso de Irlanda, ganándole muy bien a Inglaterra, aunque a lo ingleses nunca han que subestimarlos, porque seguramente se están preparando mentalmente muy fuerte. Creo que hay muchos favoritos, y no como a veces aparecía uno, tal es el caso de Nueva Zelanda en su momento. Me parece que puede marcar diferencias aquel equipo que emocionalmente esté mejor parado. Hoy lo mental es cada vez más importante, porque a igualdad de condiciones, talento, destrezas, prevalece lo emocional».
Obviamente no puede faltar la inevitable comparación entre aquellos años y hoy, «porque en nuestra época sorprendías al rival, porque hacías algo que no habías mostrado en el partido anterior. Hoy, en cambio, está todo estudiado al dedillo, por eso pienso que en ese sentido no habrá sorpresas, pero si pueden darse desde la fortaleza mental».
Hablar de «su equipo» el que representó dentro y fuera de la cancha, no podía faltar. «A Los Pumas los veo realmente muy bien. Me parece interesante que no hayan llegado a un punto alto desde lo técnico, porque es muy bueno que crezcan de una manera consistente hasta el momento en el cual deben explotar cuando enfrenten a Inglaterra el 9 de septiembre».
Hace poco Marcos Ayerza, el ex pilar de Los Pumas, hizo críticas sobre el scrum, una formación emblema de nuestro rugby. Para eso también hay una respuesta. «Ocurre que también han cambiado las reglas, el metro y medio seguramente fue un aspecto que nos afectó como país, porque fue una restricción que se impuso en la Argentina. El problema es la obligación de hookear obligatoriamente, donde pones el pie de apoyo, como también favorecer al que introduce la pelota que prácticamente la manda para su lado. Eso termina generando un desequilibrio grande de un equipo sobre el otro lo cual ha producido un cierto debilitamiento de nuestro scrum. Si tuviéramos una pelota introducida de manera imparcial, un empuje coordinado sin la obligación de hookear, creo que estaríamos en las mismas condiciones de antes».
Finalmente, el hoy de Marcelo transcurre por otro camino (es Responsable de Cultura, Referato, Innovación y Seguridad de la UAR), donde la dedicación directa por el entrenamiento queda a un lado, pero hay que recurrir a otro esfuerzo no menos importante, como es adentrarse para propios y extraños, en el rugby como expresión cultural. «Es algo que he tomado como un un desafío muy ambicioso, porque es necesario cambiar cabezas, mentalidades, circunstancias, situaciones, con un público que en una de esas no entiende el juego. Pero estoy embarcado en ésto con muchísimas ganas porque quiero que se provoque un verdadero cambio. Veo a la gente muy atenta en cada charla y si alguna oración, como también alguna idea, se la terminan llevando a eso lo tomo como una conquista».
(Fotos gentileza Franco Perego)
