Un 13 de octubre de 1972, un avión de la Fuerza Aérea Uruguaya se estrelló en la Cordillera de los Andes con un plantel de jugadores de Old Christians, de Montevideo. Los esperaban en Santiago de Chile para jugar un partido de rugby. Hoy estamos a 50 años de un hecho que la historia reconoce como el "Milagro de los Andes".
Mucho se ha dicho sobre este suceso que conmovió al mundo. Se escribió hasta el hartazgo. Hay videos dando vueltas por la TV Mundial. El cine supo hacer también su negocio. Hoy aquellos chicos del 72 siguen reflejando en sus charlas el impacto que significaron los dos meses y medio vividos a 4000 metros de altura.
Super Try junto a Nando Parrado, en el salón de Plaza Jewell.
Uno de ellos, Fernando "Nando" Parrado estuvo en nuestra ciudad en el 2017, invitado por Atlético del Rosario para una charla motivacional. Fue una buena oportunidad para un mano a mano de Super Try, con uno de los hombres que junto a Roberto Canessa emprendió la aventura de buscar ese rescate que nunca llegaba y terminó encontrando al arriero chileno y sus hijos.
De esa charla (Super Try Nº 71) rescatamos algunos conceptos, sobre ese antes y después, en la vida de quienes solo querían jugar rugby. "Los Andes me han dado la oportunidad de llegar a lugares increíbles, -señala- como por ejemplo charlar durante media hora, cara a cara con Neil Armstrong, o con Ayrton Senna, o Jackie Stewart o con John Eales, el capitán de los Wallabies que me invitó a comer a su casa, lo mismo me ocurrió con Bernie Ecclestone, estar todo un día con el equipo del Barcelona, con Messi, Piquet, Yavi y es allí cuando me pregunto…cuantos aficionados les gustaría vivir momentos así…?? Pagarían fortunas. Cuantos, por ejemplo han podido manejar un Fórmula Uno como me pasó a mi en Europa. Allí digo…Nando, disfrutá esto en honor a todos aquellos que quisieran disfrutarlo. Nunca miro para atrás".
·Y enseguida surge el recuerdo de otras vivencias, también con mucha adrenalina de por medio, de aquellos años 70 y hasta la experiencia compartida con un rosarino. "Dejé de jugar y estuve cerca de otros deportes que me gustaban, como las motos y los auto. Tuve la suerte de subirme al F.1 de Reutemann en Mónaco, también al McLaren de Niki Lauda en Brand Hatchs. Compartí momentos muy lindos con un piloto rosarino, Juan Pablo Zampa, que fue campeón europeo de Turismo, con un Alfa Romeo, allá por 1977. "Juancho" era un pilotazo, creo que si hubiera nacido en Europa, no sé hasta donde habría llegado…un fenómeno. !! Recuerdo que batió el record de la pista de Nurburgring y BMW se lo quería llevar".
Finalmente en aquella charla de hace cinco años, Parrado, hoy empresario vinculado a la televisión nos dejaba un mensaje. "No se puede negar algo que pasó en tu vida. Se lo puede asumir o no. Yo eso lo asumo, lo tengo marcado en mi espalda. Algunos tienen un accidente y lo quieren borrar para siempre…yo no. Lo que suele ocurrir es que a veces enfrento situaciones difíciles, pero es allí cuando me digo: pero si pude hacer aquello, a esto también me animo. Digo, no me voy a volver loco por un problema de hoy, porque dentro de un mes ya me olvidé. Me ayuda mucho en eso, en darme cuenta que las cosas pasan. Reconozco que algunos problemas existen, como puede ser en la familia o en una enfermedad. La plata por ejemplo va y viene. Yo perdí todo en el accidente: familia, amigos, futuro y me encontré sentado en una roca a 4000 metros de altura, con 30° bajo cero y una camisa. Ya no tengo miedo de perder las cosas. Porque todo lo que perdí lo volví a tener".
